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Pocos meses hemos tenido que esperar desde que esa rareza llamada ‘Super Hexagon’ debutó en iOS, siendo, a su vez, el primer trabajo de Terry Cavanagh para los dispositivos portátiles de Apple.

Siempre que hablamos de este desarrollador indie no dejamos de recordar su obra más laureada (‘VVVVVV’), pero la propuesta de ‘Super Hexagon’ poco o nada tiene que ver con ese plataformas minimalista. La única similitud que podríamos encontrar es precisamente eso último, el minimalismo más absoluto. Porque el resto lo ponen nuestra habilidad y la música, en especial lo primero, que no hay que olvidar que el señor Cavanagh no hace mucho dijo que la dificultad de este título estaba ahí para ser superada, que no era imposible. Al no haberlo probado no sé hasta qué punto lo será, pero desde luego que viendo vídeos suyos hay que estar concentrado al máximo e intentar no marearse.

Si, como yo, no habéis tenido ocasión de probarlo al estar solamente disponible en la App Store, os alegrará saber que muy pronto llegará a Steam, tanto para Mac como para PC. El próximo 27 de noviembre, sin ir más lejos, y por 2,99 dólares (suponemos que esto se traducirá en 2,69 euros), podrá ser nuestro. Si queremos y nuestro cuerpo aguanta, claro está. La prueba en este tráiler.

Quedan cinco días para que el DLC Aftermath esté disponible para los usuarios Premium de la versión para PS3 del ‘Battlefield 3’, aunque al trabajo de DICE no le hace falta ninguna expansión para seguir dando guerra. Llevamos un año con él y seguimos descubriendo cosas que creíamos imposibles.

Una de las últimas que acabamos de descubrir, sin ir más lejos, es de las que podríamos catalogar de imposibles de inicio. Porque a pocos se les puede ocurrir pensar que con un simple tanque podemos realizar no solamente ya un mortal hacia delante, sino hacerlo a una altura tal capaz de subir a un edificio de seis plantas. Aunque obviamente esto tiene truco. Por un lado debe estar deshabilitado el fuego amigo (si jugamos en modo normal ya está por defecto), y por otro necesitaremos que nuestros compañeros sitúen bajo nuestro tanque la friolera de 30 cargas de C4 y 30 minas anti-tanque.

El resultado le deja a uno sin palabras y con el objetivo de convencer a sus compañeros para que hagan lo mismo. Esto en directo tiene que ser la leche, así de claro. Aunque después la utilidad de un tanque en lo alto de un edificio no sea tan útil, después de todo. Aparte de ser un blanco fácil.